Alteraciones en el comportamiento

El neurofisiólogo José Delgado, del hospital Ramón y Cajal de Madrid, consiguió que se produjeran, entre otros, cambios de comportamiento como agresividad y apatía en chimpancés que habían estado bajo la influencia de campos magnéticos de baja frecuencia.

El cerebro es uno de los órganos más afectados por los campos electromagnéticos de extremada baja frecuencia. Debido a esta influencia se derivan: cambios en el comportamiento, retraso en el aprendizaje, variación de los ciclos biológicos y reacción ante el estrés, etc. Delgado obtuvo cambios emocionales y del comportamiento en animales y personas, a los que implantó electrodos en el cerebro, induciéndoles una corriente eléctrica. Estos cambios se diferenciaron entre sí, dependiendo de la región cerebral estimulada. Según los puntos exactos del cerebro estimulados eléctricamente, se conseguían estados de miedo, ansiedad, inquietud, irritabilidad, apatía, rabia, e incluso cambios en la personalidad, creando instintos no habituales en los probandos como: instintos maternales, agresividad, etc. Uno de los experimentos más espectaculares fue el que realizó implantando un receptor en el cerebro de un toro, y enviando un impulso eléctrico a través de un emisor, inhibiendo así sus instintos agresivos en el momento de atacar.

En estudios neurobiológicos realizados con voluntarios en el Instituto de Investigaciones Científicas de Moscú sobre la influencia de campos electromagnéticos en su sistema nervioso, se observaron cambios químicos en el cerebro y en el líquido medular, así como alteraciones neurológicas y de la conducta.

En cuanto a las perturbaciones en el sistema nervioso central, se han podido observar diversas alteraciones de la memoria o del comportamiento. La exposición a campos electromagnéticos provocaría una primera fase de estimulación y, posteriormente, sobrevendría una fase de inhibición. En experiencias realizadas con personas, se comprueba un periodo inicial de desequilibrio, seguido de una fase que podríamos denominar de hábito gradual. Posteriormente, reaparecen las alteraciones incluso con mayor virulencia. Esta es la fase en la que la electrosensibilidad se muestra más evidentemente.

En un proyecto realizado en el Estado de Nueva York, el doctor Kurt Salzinger de la Universidad de Brooklin, se mantuvo expuestos a los fetos de ratas preñadas a campos electromagnéticos de baja frecuencia durante la fase fetal, así como en los primeros días posteriores al nacimiento. Después los mezcló con otros ratones de sus mismas características, pero que no habían estado expuestos a la radiación, comprobando, en un programa de aprendizaje que duró 90 días, que los ratones expuestos tenían menor capacidad de aprendizaje y cometían mayor número de
errores que sus compañeros.

El investigador Frank Sulz comprobó que los ciclos biológicos y el nivel de actividad de monos expuestos a radiaciones electromagnéticas de extremada baja frecuencia, disminuían significativamente, con el agravante de que, tras cesar la exposición al campo electromagnético, la baja actividad se mantenía durante varios meses.

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«La enfermedad silenciada» Raúl de la Rosa

http://www.saludiniciativa.com

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